A principios del mes de mayo, los pinilleros cumplen con la tradición de acompañar a la Virgen de Fátima, desde la Iglesia de Ntra. Sra. de Montserrat hasta el monte de Los Cabecicos. Son los propios vecinos los que, entre salves y cánticos rocieros, portan a hombros la imagen de la Virgen hasta llegar a la Ermita, construida en su honor hace más de 20 años, y donde tiene lugar una homilía para todos los peregrinos.

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